UTILIZACIÓN DE LA VISUALIZACIÓN CREATIVA
Pide y te será concedido.
Busca y hallarás.
Llama a mi puerta y te abriré.
Porque todo el que busque, hallará.
Y a todo aquel que llame a la puerta, le será abierta.
MATEO 7: 7,
Cómo hacer de la Visualización Creativa una parte de su vida.
Como habrá comprobado en la primera parte, la técnica básica de la visualización creativa no es difícil.
Ahora, lo importante es aprender a utilizarla de un modo que realmente le sea eficaz, que le ayude a realizar un cambio positivo en su vida. Para emplearla de la forma más efectiva posible es de gran ayuda comprender algunos conceptos y aprender algunas técnicas más.
Debe recordar que lo más importante es utilizarla a menudo, convirtiéndola en algo habitual en su vida. La mayoría de las personas descubren que lo mejor es practicar un poco cada día, especialmente al principio, en la fase de aprendizaje.
Yo recomiendo que se dediquen unos quince minutos cada mañana a una meditación de visualización creativa, al despertarse, y otros quince minutos antes de acostarse (porque en estos momentos es cuando resulta más eficaz). También conviene hacerlo a mediodía, si encuentra el momento y el lugar adecuados.
Inicie siempre su tiempo de meditación con una relajación profunda y prosiga con las afirmaciones o visualizaciones que desee.
Hay muchas maneras de utilizar la visualización creativa y lo único lo que tiene que hacer es acordarse de practicarlas en los momentos oportunos. La visualización creativa consciente puede ser un nuevo modo de pensar, una nueva manera de vivir, y por consiguiente, requiere cierta práctica.
Ensaye en diferentes situaciones y circunstancias, y utilícela tan a menudo como pueda para solucionar cualquier tipo de problema. Si se siente confuso o preocupado por algo, o está desanimado o frustrado por algún problema, pregúntese cómo podría utilizar la visualización creativa para que le sirviera de ayuda. Créese el hábito de utilizarla en el momento oportuno.
No se desanime si no aprecia resultados inmediatos y plenamente satisfactorios al emplear la visualización creativa. Recuerde que la mayoría de nosotros tiene que superar años de estructura mental negativa y modificar algunos de estos viejos hábitos requiere su tiempo. Muchos de nosotros albergamos actitudes y sentimientos subyacentes que frenan nuestros esfuerzos por vivir de un modo más consciente.
Afortunadamente, la visualización creativa es un proceso tan particularmente poderoso que sólo cinco minutos de meditación positiva y consciente pueden compensar de horas, días e incluso años de estructura mental negativa.
Así pues, tenga usted paciencia. Ha tardado toda una vida en crear lo que es ahora su mundo. No tiene, necesariamente, que cambiar de inmediato (aunque suceda a menudo). Con perseverancia y una adecuada comprensión del proceso, conseguirá crear en su vida lo que pudieran parecerle milagros.
Hay dos cosas de máxima importancia que he descubierto durante mi proceso de desarrollo con la visualización creativa: 1. La lectura regular de libros sugerentes y reconfortantes, que me ayuda a mantenerme en contacto con mis aspiraciones e ideales más elevados. Suelo tener un libro en la mesita de noche y leo una o dos páginas todos los días. Muchos de mis libros predilectos están incluidos en una relación bibliográfica al final de este libro.
2. Tener un amigo, o mejor aún, un grupo de amigos que estén sensibilizados con el aprendizaje de una vida más consciente y que nos apoyen y ayuden en nuestros esfuerzos. Asistir de manera regular o esporádica a clases, talleres, grupos de apoyo o de terapia puede ser un medio importante para contar con este tipo de apoyo y poder también brindarlo a los demás.
En los capítulos siguientes expongo numerosas técnicas, ideas, ejercicios y meditaciones diferentes. Elija las que considere más adecuadas para usted. Hay muchos niveles y modos distintos de enfocar el proceso de visualización creativa. He tratado de incluir una amplia gama de prácticas posibles. En una situación concreta puede que una sea adecuada, y en cambio otra no. Siga el curso de su propia energía y utilice las técnicas que más le atraigan. Así, por ejemplo, en una determinada situación puede tratar de hacer afirmaciones y encontrarse sencillamente con que es incapaz de repetirlas, o con que tiene la impresión de que no van a servirle para nada. En tal caso, puede ensayar un proceso de clarificación, o ponerse en contacto con su guía interior y pedirle que le indique el camino correcto, o simplemente dejar que las cosas sigan su curso durante un tiempo y centrar su atención en otros temas. Lo que en unos casos funciona en otros puede no funcionar; y lo que es adecuado para una persona, puede no serlo para otra. Confíe siempre en sí mismo y en sus impulsos internos.
Si se siente forzado, presionado o tenso, o si nota que debe hacer un esfuerzo excesivo para conseguir algo, desista de su intención. Pero si experimenta una sensación positiva, liberadora, abierta, fortalecedora e inspiradora, entonces sí, hágalo.
Existencia, acción y posesión
Podemos concebir la vida como algo que tiene tres niveles, a los que podríamos denominar: existencia, acción y posesión.
La existencia es la experiencia básica de saberse vivo y consciente. Es lo que experimentamos en la meditación. profunda, la experiencia de ser plenamente y de estar en paz con uno mismo.
La acción es movimiento y actividad, y arranca de la natural energía creativa que fluye a través de todo ser vivo como fuente de vitalidad.
La posesión es el ser en relación con todas las demás personas y cosas del universo Es la capacidad de dar y de aceptar cosas y personas en nuestras vidas, y de vivir con todo ello integrado en nuestro entorno en perfecta armonía.
La existencia, la acción y la posesión forman como un triángulo en el que cada lado sostiene a los demás.
Ser Posesión Acción Tres elementos necesarios Son tres niveles que existen simultáneamente, sin conflictos entre sí.
Con frecuencia la gente trata de vivir sus vidas de forma inversa. Tratan de tener más cosas, o más dinero para hacer más lo que quieren, y así ser más felices.
Pero este proceso funciona al revés. En primer lugar, debe usted ser más usted mismo; luego hacer lo que tenga que hacer, para así poder tener lo que desea.
La finalidad de la visualización creativa es: Conectarnos con nuestro verdadero ser.
Ayudamos a centramos y facilitar nuestra capacidad de actuación.
Aumentar y desarrollar nuestra capacidad de posesión.
Hay en nuestro interior tres elementos que determinan el grado de eficacia de la visualización creativa en una determinada situación:
1. Deseo. Debe usted sentir un verdadero deseo de tener o crear lo que haya decidido visualizar. Plantéese la siguiente pregunta: «¿Deseo de corazón que este objetivo se realice?».
2. Confianza. Cuanto mayor sea su confianza en el objetivo elegido y en la posibilidad de alcanzarlo, más seguro podrá estar de conseguirlo. Plantéese esta pregunta: «¿Creo realmente que voy a poder conseguirlo?».
3. Aceptación. Ha de mostrarse dispuesto a aceptar y a tener lo que pretende. A veces, perseguimos objetivos que no son en realidad los que deseamos, sino que lo que verdaderamente nos gusta es luchar por conseguirlo. Hágase esta pregunta: «¿Estoy realmente dispuesto a tener esto con todas sus consecuencias?».
La conjunción de estos tres elementos es lo que yo llamo la intención. Cuando se tiene la firme intención de crear algo —y se desea profundamente—, con plena confianza en poder hacerlo y absoluta disposición a aceptarlo y tenerlo, necesariamente se hace realidad y, por lo general, en poco tiempo.
Cuanto más clara e intensa sea su intención, más rápida y fácilmente funcionará su visualización creativa. En cualquier circunstancia, no deje de cuestionarse su verdadera intención. Si ésta es débil o insegura, trate de averiguar en lo más profundo de su interior a qué pueden deberse sus dudas, temores o inquietudes. A veces, sus dudas pueden ser un síntoma de que existen sentimientos y creencias dentro de usted que debe reconocer y encauzar correctamente. En algunos casos, la vacilación puede interpretarse como un indicio de que el objetivo que persigue no es el apropiado para usted.
El contacto con su yo superior
Uno de los pasos más importantes para conseguir que su visualización creativa sea plenamente eficaz es tener la sensación de estar conectado con su «fuente» espiritual interna.
La «fuente espiritual» es el foco de amor infinito, de sabiduría y de energía procedentes del universo. Para usted, la fuente puede estar asociada con Dios, la Diosa, la inteligencia universal, el Gran Espíritu, el poder superior o su verdadera esencia. Pero, se llame como se llame, podemos encontrarla aquí y ahora en el interior de cada uno de nosotros, en nuestro ser interno.
A mí me gusta concebir este contacto con la fuente como una conexión con nuestro yo superior, el ser divino que habita en nosotros. Estar en contacto con nuestro yo superior se caracteriza por un profundo sentido de conocimiento y certidumbre, de amor y sabiduría. Uno se sabe creador de su propia experiencia vital y dotado del poder de crear las vivencias más importantes y necesarias para avanzar en su propio proceso de aprendizaje.
Todos hemos vivido experiencias reveladoras de estar en contacto con nuestro yo superior, aunque no las hayamos conceptualizado de ese modo. Sentirnos con la moral excepcionalmente alta, lúcidos, fuertes, «en nuestro mejor momento» o «capaces de mover montañas», son síntomas de que estamos conectados con nuestro yo superior. Algo así se siente cuando se está enamorado, cuando nosotros mismos y el mundo nos parecen maravillosos porque el amor hacia otro ser humano hace que nos manifestemos a través de nuestro yo superior.
Cuando por primera vez experimente conscientemente su yo superior, descubrirá que parece manifestarse esporádicamente, porque, en un momento dado, se siente fuerte, lúcido y creativo, e inmediatamente después puede verse sumido en la confusión y en la inseguridad. Parece ser que esto es inherente al propio proceso.
Pero una vez que toma conciencia de su yo superior, puede evocarlo siempre que lo necesite y gradualmente descubrirá que está con usted cada vez con mayor frecuencia.
La conexión entre su personalidad y su yo superior es un canal de doble dirección y es importante crear la corriente en ambas direcciones: la receptiva y la activa.
La receptiva: Cuando serena su personalidad mediante la meditación y alcanza un espacio «existencial», está abriendo el canal para que la orientación y sabiduría superiores lleguen hasta usted a través de su mente intuitiva. Puede hacer preguntas y esperar que las respuestas se le presenten por medio de palabras, imágenes mentales o impresiones sensitivas.
La activa: Cuando se siente creador de su propio universo, comienza a ser capaz de elegir lo que desea crear y canaliza la infinita energía, el poder y la sabiduría de su yo superior para que se materialicen sus elecciones a través de la visualización activa y las afirmaciones.
Cuando la energía fluye libremente por el canal en ambas direcciones, usted se está dejando guiar por su sabiduría superior, y gracias a la orientación que le proporciona, estará tomando decisiones y creando su mundo del modo más elevado y hermoso posible.
Casi todas las formas de meditación le conducirán a la experiencia de sentirse en contacto con su fuente espiritual o con su yo superior. Si no está seguro de cómo es esta experiencia, no se preocupe. Continúe practicando la relajación, la visualización y las afirmaciones. Acabará notando en ciertos momentos de su meditación como una especie de clic en su conciencia y tendrá la sensación de que las cosas funcionan.
Veamos ahora un ejercicio de visualización creativa que le ayudará a entrar en situación. Puede hacerlo regularmente al principio de sus sesiones de meditación: Túmbese o siéntese cómodamente. Relájese por completo y deje que su cuerpo se libere de la tensión. Respire profunda y lentamente. Relájese cada vez más profundamente. Visualice una luz en su corazón — cálida y resplandeciente—. Siéntala expandirse y crecer, difundiéndose desde usted cada vez más lejos hasta que llega a convertirse en un sol dorado que proyecta amorosa energía sobre todas las cosas y sobre todos los que le rodean.
Repítase en silencio y con convicción: «La luz y ti amor divinos fluyen a través de mí y desde mí se irradian a todo lo que me rodea».
Repítaselo una y otra vez hasta que tenga una fuerte sensación de su propia energía espiritual. Puede usar otras afirmaciones referentes a su propio poder, a su luz o a su capacidad creativa, tales como: Dios se está manifestando a través de mí. Estoy lleno de luz divina y de energía creativa. La luz que hay en mi interior está obrando milagros en mi vida aquí y ahora.
Cualquier frase que tenga para usted un fuerte sentido de evocación positiva le será igualmente útil.
Seguir la corriente
El único medio eficaz para emplear la visualización creativa se encuentra en el principio básico del Tao: «seguir la corriente». Esto significa que usted no tiene que esforzarse por llegar hasta donde quiera llegar.
Simplemente debe exponer con claridad al universo hasta dónde le gustaría llegar, y luego, paciente y armoniosamente, seguir la corriente del río de la vida hasta que le conduzca a su destino. A veces, el río de la vida puede seguir un sinuoso curso hacia el objetivo. En ocasiones, puede incluso parecer que va en una dirección totalmente contraria, y ser, sin embargo, a la larga, un camino mucho más fácil y armonioso que la lucha y la porfía.
Ir con la corriente significa perseverar en los propios objetivos, pero de un modo flexible (por más importantes que puedan parecemos) y estar dispuestos a modificarlos si se presenta algo más apropiado o satisfactorio. Se trata del equilibrio entre el mantenimiento de un proyecto claro y el goce de todo lo hermoso que podamos encontrar en el camino, e incluso esa disposición a modificar nuestro proyecto si la vida nos lleva en otra dirección. En definitiva, supone ser firmes y flexibles a partes iguales.
Si pesan sobre usted emociones demasiado intensas relacionadas con la consecución de su objetivo —es decir, si puede sentirse realmente mal si no lo consigue—, tenderá a hacer las cosas en contra de sí mismo.
Por su temor a no conseguir lo que quiere, puede, de hecho, desarrollar la idea de no conseguirlo tanto o más que la de lograrlo.
Si se siente emocionalmente muy ligado a su objetivo, es extraordinariamente eficaz y apropiado actuar ante todo sobre sus propios sentimientos acerca de la cuestión. Puede que necesite analizar a fondo qué teme que suceda si no alcanza su objetivo y hacer afirmaciones que le ayuden a sentir mayor confianza y seguridad, o que le hagan más fácil enfrentarse a sus temores, tales como, por ejemplo: El universo se expande de un modo perfecto. No tengo que aferrarme a las cosas.
Puedo relajarme y dejar que todo siga su curso.
Puedo seguir la corriente.
Tengo siempre todo lo que necesito.
Todo el amor que necesito se baila dentro de mi propio corazón.
Soy una persona que ama y digna de ser amada.
Me siento pleno en mí mismo.
El divino amor me guía y cuida de mí en todo momento.
El universo proveerá.
También le serán útiles los procesos de clarificación que comentaré más adelante. Y, una vez más, le remito a mi lista de material recomendado que le ayudará y le hará ver más claro.
Por supuesto, no hay inconveniente en que visualice creativamente algo a lo que se sienta muy ligado (y, a menudo, le irá muy bien). Pero, si esto le crea dificultades, comprenda que son sus propios conflictos internos los que se están manifestando. En un caso así, es importante relajarse y aceptar sus sentimientos, admitir que puede no ser capaz de concebir inmediatamente su propio objetivo, y comprender que la solución del conflicto es probablemente un importante paso en su desarrollo y una maravillosa oportunidad de conocerse a sí mismo con mayor profundidad.
Si mientras hace su visualización creativa, siente en un determinado momento que está tratando de forzar algo que no quiere manifestarse, retroceda unos instantes y pregúntele a su yo superior si realmente es eso lo mejor para usted o si de verdad lo desea. El universo puede estar tratando de mostrarle algo mejor, que usted tal vez ni había imaginado.
No hace mucho, un hombre me contó la siguiente historia: Unos años antes, había intentado triunfar como actor cómico. Compró este libro y trató de visualizarse a sí mismo como un prestigioso humorista, pero, por más que lo intentaba, era incapaz de formar en su mente una imagen clara de ese hecho como algo real.
Interpretó aquella incapacidad como un mensaje que le indicaba que debía replantearse sus objetivos.
Después de mucho indagar en lo más profundo de su alma, decidió reanudar sus estudios y se hizo pastor espiritual y psicoterapeuta, labores ambas que compagina y ama. En la actualidad participa asiduamente como invitado en un conocido programa de televisión sobre fenómenos metafísicos y paranormales. Su insólita combinación de carreras profesionales le ha venido como anillo al dedo! En este caso, el hecho de no ser capaz de visualizar lo que creía que deseaba le ayudó a encontrar un camino totalmente diferente en su vida.
Esta historia es también un buen ejemplo de que nunca podemos saber a ciencia cierta lo que realmente deseamos: debemos dejar que el proceso se desarrolle libremente.
Sensación de prosperidad
Una parte muy importante del proceso de visualización creativa es el desarrollo de una sensación de prosperidad. Ello implica comprender o aceptar conscientemente la idea de que el universo es absolutamente pródigo, que la vida trata constantemente de ofrecernos lo que nuestros corazones y nuestras almas desean profundamente, tanto en el plano material como en el emocional, el mental o el espiritual. Todo lo que usted necesite o quiera está ahí para cuando lo pida. Sólo tiene que creer que es así, desearlo verdaderamente y estar dispuesto a aceptarlo para poder conseguirlo.
Una de las causas más comunes del fracaso en lograr lo que se quiere que es la «programación de la escasez».
Consiste en una actitud o una serie de concepciones de la vida que viene a resumirse, poco más o menos, en las frases siguientes:
No hay para todos. La vida es sufrimiento.
Es inmoral o egoísta tener de sobra cuando otros no tienen bastante.
La vida es dura, difícil; es un valle de lágrimas.
Hay que trabajar duro y sacrificarse para obtener cualquier cosa.
Es más noble y espiritual ser pobre.
Y cosas por el estilo.
Son éstas unas convicciones totalmente erróneas. Están basadas en una falta de comprensión de cómo funciona el universo o en una mala interpretación de algunos principios espirituales importantes. Este tipo de creencias no le hacen ningún bien ni a usted ni a nadie. No hacen más que impedirnos a todos nosotros que reparemos en nuestro natural estado de prosperidad y abundancia a todos los niveles.
En la actualidad, existe en el mundo una situación de hambre y de pobreza que afecta a mucha gente, pero no tenemos por qué seguir creando y perpetuando esa realidad Lo cierto es que hay más que suficiente en este mundo para todos si estamos dispuestos a abrir nuestras mentes a esa posibilidad y a modificar nuestras formas de utilizar y repartir los recursos de nuestro planeta. El universo es un lugar de gran abundancia y todos somos prósperos por naturaleza, tanto a nivel material como espiritual, siempre y cuando nos mantengamos en equilibrio y armonía con los demás seres y con la tierra que nos da sustento.
En nuestros tiempos, la humanidad ha perdido el contacto con su estado natural de prosperidad. Entre todos estamos creando un mundo dominado por el desequilibrio, en el que unos pocos poseen mucho más de lo que necesitan y están agotando nuestros recursos naturales a una velocidad alarmante, mientras que la mayoría padece una grave escasez. Todos somos responsables de haber creado esta realidad, pero de igual modo, entre todos podemos cambiarla si modificamos nuestro modo de pensar y nuestra forma de vida. Debemos recobrar nuestra capacidad de disfrutar y apreciar los pequeños placeres de la vida. Muchos de los que vivimos en el mundo industrializado necesitamos cultivar un estilo de vida más simple y natural. Debemos darnos cuenta de que, una vez que nuestras necesidades básicas están cubiertas, la sensación de abundancia es algo que tiene que ver mucho más con el hecho de poder expresar nuestros dones creativos de una manera plena y con aprender a dar y a recibir de un modo equilibrado que con el consumismo desaforado.
Lo más cierto acerca de este mundo es que se trata de un lugar lleno de bienes, hermoso y gratificante. El único «mal» procede de la falta de comprensión de esta verdad. El mal —la ignorancia— es como una sombra: no tiene una sustancia real propia. Es, simplemente, la falta de luz. Y no se puede hacer desaparecer una sombra arremetiendo contra ella ni oponiéndole ningún tipo de resistencia física o emocional. Para que una sombra desaparezca hay que proyectar luz sobre ella.
Échele una ojeada a su catálogo de creencias y pregúntese si no será la falta de fe en el bien universal lo que lastra su desarrollo.
- ¿De verdad es usted capaz de imaginarse de un modo realista como una persona con éxito, satisfecha, próspera y realizada?
- ¿Es usted realmente capaz de abrir los ojos a la bondad, a la belleza y a la abundancia que le rodea?
- ¿Puede imaginarse este mundo transformado en un entorno feliz, próspero e iluminado en el que todos puedan desarrollarse con prosperidad?
Si no es usted capaz de crear la imagen de un mundo bueno y potencialmente gratificante para todos, tendrá dificultades para crear lo que desea en su vida.
Esto es debido a que la naturaleza humana se mueve básicamente por el amor, y por tanto, la mayoría de nosotros no aceptaría tener lo que quiere en tanto considere que con ello puede privar a otros de tener lo mismo.
Tenemos que comprender, de un modo profundo, que tener lo que queremos en la vida contribuye a la felicidad general de la humanidad y a que los demás sean capaces de crear más felicidad en sus vidas.
Para crear prosperidad, debemos visualizarnos a nosotros mismos llevando el tipo de vida que deseamos llevar, haciendo lo que nos gusta y sintiéndonos satisfechos con las metas que alcanzamos, y todo ello dentro de un contexto en el que los demás hagan lo mismo.
Como un simple pasatiempo, ensaye este ejercicio que estimula la imaginación y aumenta la capacidad de visualizar la verdadera prosperidad:
Meditación sobre la abundancia
Póngase cómodo y relájese completamente.
Imagínese en un bonito entorno natural —por ejemplo, sobre la hierba, en un prado con un encantador arroyo o sobre la arena inmaculada de una playa. Pase algunos momentos imaginando los hermosos detalles y contémplese disfrutándolos y gozando de todo. Luego empiece a caminar hasta llegar a un lugar totalmente distinto. Acaso a un trigal dorado y undoso, o un lago de aguas cristalinas en donde nadar. Continúe vagando y explorando, yendo a lugares cada vez más delicadamente hermosos y variados —montañas, bosques, desiertos, todo lo que conciba su fantasía—y dedique algún tiempo a admirarlos.
Imagínese ahora de regreso a su casa, en un entorno sencillo pero cómodo y acogedor, el que más se amolde a sus deseos. Imagínese en una bella localidad rodeado de una familia encantadora, de amigos verdaderos. Véase realizando el trabajo que le apasiona y que le permite expresar su creatividad del modo que más le satisface. Sus esfuerzos se ven ampliamente recompensados con su satisfacción interna, la estima de los demás y unos copiosos ingresos. Imagine que se siente plenamente realizado y disfruta al máximo de su vida.
Ahora, vuelva atrás e intente imaginar un mundo lleno de gente que vive de una forma sencilla pero colmada de abundancia, en mutua armonía y en paz con el mundo.
Haga después estas afirmaciones:
En la sencillez encuentro la prosperidad.
Éste es un universo rico en el que hay suficiente para todos.
La abundancia es mi verdadero estado. Estoy dispuesto a aceptarla plena y gozosamente.
Dios es una fuente continua e inagotable que me provee de todo.
Deseo ser próspero y feliz. Y ahora soy próspero y feliz.
Cuanto más próspero soy, más tengo para compartir con los demás.
Estoy dispuesto a aceptar toda la dicha y toda la prosperidad que la vida tiene que ofrecerme.
Me comprometo a hacer un mundo más feliz y pródigo para todos.
El éxito económico viene hacia mí fácilmente y sin esfuerzo.
Gozo actualmente de una gran prosperidad económica.
La vida se ha hecho para gozar y estoy dispuesto a disfrutarla.
Riquezas infinitas fluyen pródigamente hacia mi vida.
Soy rico en mi conciencia y en mi expresión.
Tengo dinero más que suficiente para mis necesidades.
Tengo unos excelentes ingresos cada mes.
Mi economía mejora cada día.
Me siento perfectamente, rico y feliz.
La aceptación del propio bien
Para utilizar la visualización creativa con objeto de crear lo que quiere en la vida, debe estar dispuesto a aceptar lo mejor que la vida puede ofrecerle: su «bien».
Por extraño que pueda parecer, a muchas personas les cuesta aceptar la posibilidad de tenerlo que realmente quieren en la vida; esto se debe, por lo general, a ciertos sentimientos básicos de inmerecimiento adquiridos a temprana edad. Se trata de una idea arraigada en nuestro interior, que viene a decir: «Como no soy realmente muy bueno —digno de ser amado, merecedor de ello—, no merezco tener lo mejor».
Este convencimiento va, por lo general, ligado a sentimientos contradictorios que le dicen que es usted perfectamente bueno y que merece lo mejor. Pero, si observa que tiene dificultades para imaginarse en las circunstancias más maravillosas posibles o que le asaltan pensamientos como «nunca podré tener esto» o «a mí esto no podría sucederme nunca», no estaría de más que se cuestionara la imagen que tiene de sí mismo.
La imagen que tiene de sí mismo es lo que opina de sí mismo. Es, a menudo, compleja y polifacética. Para ponerse en contacto con los distintos aspectos de su propia imagen, empiece por preguntarse: «¿Qué opinión tengo ahora sobre mí mismo?» varias veces al día en diferentes situaciones. Empiece a tomar conciencia del tipo de ideas o imágenes que alberga en su mente acerca de sí mismo en diferentes momentos * Es muy interesante ponerse en contacto con la imagen física que tenemos de nosotros mismos, preguntándonos: «¿Cómo me veo en este momento?». Si se ve desgarbado, feo, gordo, delgado, demasiado alto o demasiado bajo, ésa puede ser la clave de por qué no se ama usted lo suficiente como para concederse lo que verdaderamente se merece: lo mejor. Con frecuencia me quedo sorprendida al descubrir la cantidad de personas atractivas que se ven feas, inútiles, no merecedoras de nada positivo.
* Recomiendo encarecidamente el libro “Cómo integrar a nuestro crítico interior” y/o la cinta “Conoce a tu crítico interior”, de los doctores Hal y Sidra Stone, mencionados en la lista de material recomendado que figura al final de este libro. Las afirmaciones y la visualización creativa constituyen un método excelente para crear una imagen de sí mismo más positiva, amable y digna de ser amada. Una vez que entre en contacto con aquello que no le guste de sí mismo, aproveche cada oportunidad para decirse cosas positivas y amables. Observe en qué ocasiones se muestra mentalmente adusto o crítico consigo mismo y empiece conscientemente a ser más amable y considerado. Verá cómo esto le ayuda inmediatamente a mostrarse también más amable con los demás.
Piense en características específicas que aprecia de sí mismo.
De igual manera que puede estimar a un buen amigo, a pesar de ver claramente sus defectos y carencias, puede amarse a sí mismo tal como es, sin por ello ocultarse que hay aspectos en los que necesita mejorar y desarrollarse. Hacer esto es muy beneficioso y puede obrar en su vida verdaderas maravillas.
Empiece a decirse a sí mismo: Soy digno de ser amado.
Soy amable y cariñoso y tengo mucho que compartir con los demás. Tengo talento, soy inteligente y creativo.
Soy cada día más atractivo.
Deseo lo mejor para mi vida.
Tengo mucho que ofrecer y todo el mundo lo reconoce. Amo al mundo y el mundo me ama.
Quiero ser feliz y triunfar.
O emplee cualquier otra frase que le parezca apropiada y útil.
Con frecuencia es muy eficaz hacer este tipo de afirmación en segunda persona, utilizando su propio nombre. He aquí un par de ejemplos: Ana, eres una persona brillante e interesante. Me gustas mucho. Juan, eres tan tierno y cariñoso... La gente aprecia esto de ti.
Este modo de hablarse directamente a uno mismo es especialmente útil porque muchas de las imágenes negativas que tenemos de nosotros proceden del convencimiento de que somos malos, estúpidos o ineptos en algún sentido, imagen que nos han inculcado de maneras muy diversas desde temprana edad.
Trate de imaginarse a sí mismo tan claramente como pueda y piense en amarse del mismo modo que amaría a aquellos por quienes siente aprecio. Puede verse como un padre que ama y estima al niño que hay en su interior. Dígase: Te quiero mucho. Eres una buena persona. Aprecio tu sensibilidad y honestidad.
La visualización creativa es un gran instrumento para Así, por ejemplo, si considera que tiene un problema de sobrepeso, debe incidir sobre dos cosas a un tiempo: 1. A través de las afirmaciones y de la energía del amor, empiece a aprender a amarse y estimarse más tal como es ahora.
2. A través de la visualización creativa y de las afirmaciones, comience a dibujarse tal como quiere ser— delgado, esbelto, saludable y feliz-----. Estas técnicas son extraordinariamente eficaces para operar auténticos cambios.* Ambas técnicas sirven también para modificar cualquier aspecto de usted del que no se sienta satisfecho.
Recuerde que es usted alguien diferente a cada momento que pasa, que cada día es un nuevo día y que cada uno de ellos es una oportunidad de darse cuenta de que es usted una persona maravillosa, cariñosa y digna de ser amada.
Además de mejorar su propia imagen es bueno hacer afirmaciones que expresen su disposición a aceptar toda la bondad del universo. Por ejemplo: Estoy dispuesto a recibir las bendiciones de este pródigo universo.
Todo bien llega hasta mí fácilmente y sin esfuerzo (cualquier palabra puede sustituir a «todo bien»: amor, prosperidad, creatividad o relaciones satisfactorias).
Acepto el bien que fluye hacia mí aquí y ahora.
Deseo lo mejor, y lo mejor es lo que viene hacia mí.
Cuanto más recibo, más tengo para dar.
*Tenga siempre presente que los problemas de peso, al igual que muchos otros trastornos físicos, a menudo están hondamente arraigados en el plano emocional; de ahí que a veces pueda ser de gran utilidad contar con la ayuda de un terapeuta o un grupo de apoyo especializado en dichos trastornos.
Veamos ahora una meditación que puede hacer para mejorar su autoestima y aumentar su capacidad para asumir el amor y la energía que el universo está dispuesto y ansia hacer fluir hacia usted: Meditación para elevar la autoestima Imagínese en cualquier situación cotidiana y a alguien que conozca —o un extraño— mirándole con cariño y admiración y hablándole de algo que le gusta mucho de usted. Luego imagine otras personas que llegan y que están de acuerdo en que es usted una persona maravillosa —y si le resulta embarazoso, aguántese—. Imagine que sigue llegando cada vez más gente y que hay en las miradas que le dirigen un inmenso amor y respeto.
Contémplese en un desfile o un escenario, recibiendo vítores y aplausos. Levántese, salude y déles las gracias por su apoyo y aprecio.
He aquí unas cuantas afirmaciones de autoestima: Me acepto y amo a mí mismo exactamente tal como soy.
No tengo que tratar de agradar a nadie más. Me gusto yo, y eso es lo que cuenta. Me siento totalmente satisfecho de mí mismo en presencia de los demás.
Me expreso con desenvoltura, de manera plena y sencilla. Soy un ser fuerte, cariñoso y creativo.
Darnos a los demás
Otro principio clave es el de la «corriente hacia afuera», el de darnos a los demás. El universo está formado por pura energía, cuyo fin es hacer que las cosas se muevan y fluyan. La característica básica de la vida es el cambio constante, y cuando comprendemos esto, sintonizamos con ese ritmo y podemos recibir y dar libremente, sabedores de que nunca perderemos realmente nada, sino que siempre saldremos ganando.
Una vez que aprendamos a aceptar la bondad del universo, también querremos compartirla de forma natural, dándonos cuenta de que al permitir que fluya nuestra energía, dejamos espacio libre para que entre más.
Cuando debido a la inseguridad (al temor) y a la sensación de que «no hay bastante para todos», tratamos de aferramos a lo que tenemos, empezamos a desviar de nosotros esa maravillosa corriente de energía. Al aferrarnos a lo que tenemos, impedimos que fluya la energía y no dejamos espacio para que penetre más en nosotros.
La energía adopta muchas formas, tales como el amor, el afecto, el aprecio, el reconocimiento, los bienes materiales, el dinero, la amistad, etc., y los principios a los que hasta ahora me he referido son válidos por igual para todas estas formas.
Si mira a aquellos de su entorno que son más desgraciados descubrirá que, con frecuencia, se trata de personas que ansían algo desmesuradamente, y que, por lo tanto, se encuentran dominados por la codicia.
Creen que la vida en general y los demás en particular no les dan lo que necesitan. Es como si agarrasen por el cuello a la vida tratando desesperadamente de hacerle soltar el amor y la satisfacción que ansían y acabasen por matar la fuente de suministro. Muchos de nosotros tenemos cierta tendencia a actuar de ese modo.
Cuando descubrimos en nosotros el lugar desde donde nos damos a los demás, empezamos a revertir el flujo de la corriente.
Dar es algo que no tiene nada que ver con el sacrificio, con el sentido del deber o con cualquier idea de espiritualidad, sino con el puro placer de dar, porque es un acto alegre que sólo puede proceder de un lugar pleno de amor.
Todos tenemos en nuestro interior una fuente infinita de amor y felicidad.
Al dejar fluir hacia fuera la energía de nuestro amor, estamos liberando espacio para que entre más en nosotros. No tardamos en descubrir que este proceso es tan bueno en sí mismo que cada vez deseamos activarlo más. Y cuanto más se comparte de uno mismo, más se recibe de los demás, debido al principio de flujo y reflujo. La naturaleza aborrece el vacío, y por consiguiente, al fluir hacia afuera, deja espacio para que penetre más energía. En el propio hecho de dar está la recompensa.
Cuando comprendemos y vivimos esto plenamente es cuando dejamos que se manifieste nuestra innata naturaleza de amor.
Por medio de la visualización creativa descubrirá que cuanto más intensa sea su tendencia a «dar», más fácilmente se realizarán sus sueños. Pero recuerde siempre que no puede dar continuamente si no está igualmente dispuesto a recibir y que «dar» supone también concederse cosas a sí mismo.
En lo concerniente al «fluir hacia afuera», la práctica es muy importante. Debe practicar conscientemente para experimentar lo bien que esto le hace sentirse. A continuación le propongo algunos ejercicios para hacer que la corriente fluya hacia afuera, que puede ensayar si necesita desarrollarse en este sentido:
1. Hágase el propósito de expresarles a los demás más aprecio en todos los aspectos que se le ocurran.
Siéntese y haga una lista de personas a quienes quisiera hacer llegar su amor y su estima piense en algún medio para llevarlo a cabo en el transcurso de la próxima semana. Nuestro fluir hacia fuera puede adoptar la forma de palabras, de contacto físico, de un regalo, una llamada telefónica, una carta, dinero o cualquier otro medio de compartir con los demás sus cualidades, de manera que se sienta bien. Elija algo que haga que usted se sienta realmente bien, aunque le resulte un poco más difícil. Pruebe a expresar más abiertamente el agradecimiento, la estima y la admiración hacia los demás cuando así lo sienta. «Fue usted muy amable ayudándome.» «Quiero que sepas que te aprecio.» «Te brillaban tanto los ojos y eran tan hermosos cuando me dijiste aquello, que me sentí desbordada» (¡No hay que sentir vergüenza de decir estas cosas!).
2. Rebusque entre sus cosas hasta que encuentre algunas que realmente no quiera o que use muy poco y déselas a otros que sepan apreciarlas más.
3. Si es usted una persona que procura gastar lo menos posible y que va siempre a la caza de gangas, trate de gastar cada día un poquito innecesariamente. Compre esos productos que cuestan unas pesetas más en lugar de unas pesetas menos. Concédase algún capricho. Invite a café a un amigo. Contribuya a alguna buena causa, etc. Incluso pequeñas acciones como éstas son la visible demostración a sí mismo de que cree en la abundancia que está afirmando. Las acciones son en este caso tan elocuentes como las palabras.
4. Entregue algo de sus ingresos, una pequeña parte, a una iglesia u organización espiritual, o a cualquier grupo que crea que está haciendo algo bueno para el mundo. Es un modo de alimentar su energía, y a la vez, un reconocimiento de que todo lo que recibe procede del universo (o de Dios), y que, por lo tanto, está usted devolviendo una parte a la fuente universal. Lo de menos es la parte que dé. Incluso un simple 1% de lo que ingresa es suficiente para sentir permanentemente la experiencia de darse a los demás.
5. Sea creativo. Piense en otros medios de hacer fluir su energía hacia el universo para su propio bien y para el de los demás.
La salud
La visualización creativa es uno de los instrumentos más importantes de que disponemos para fomentar y mantener la buena salud.
Uno de los principios básicos de la Salud con mayúsculas es que no podemos separar nuestra salud física de nuestros estados emocionales, mentales y espirituales. Todos los niveles están interrelacionados y un estado de «in-disposición» en el cuerpo es siempre el reflejo de un conflicto, de una tensión, una ansiedad o un desequilibrio en la armonía de otros niveles de nuestro ser. Por lo tanto, cuando sentimos alguna indisposición física, es imprescindible lanzar un mensaje a nuestro interior y analizar profundamente nuestras emociones e intuiciones, nuestros pensamientos y nuestras actitudes, para ver qué podemos hacer para restablecer nuestra natural armonía y el equilibrio de nuestro ser. Debemos sintonizar con nuestro proceso interno y aprender a «escucharlo».
Entre la mente y el cuerpo se da una constante comunicación. El cuerpo percibe el universo físico y envía mensajes a la mente acerca de él. La mente interpreta las percepciones de acuerdo con su propia experiencia individual del pasado y con su sistema de creencias, y le indica al cuerpo que reaccione del modo que le parece adecuado. Si el sistema de creencias (ya sea a nivel consciente o inconsciente) dice que es inevitable o adecuado enfermar en una determinada situación, eso es lo que le indicará al cuerpo, y éste manifestará síntomas de enfermedad. Y enfermará de verdad. Así pues, todo el proceso está estrechamente ligado a los más profundos conceptos e ideas que albergamos con respecto a nosotros, sobre la vida, y sobre la naturaleza de la enfermedad y de la salud.
La visualización creativa actúa en el campo de la comunicación entre nuestra mente y nuestro cuerpo. Es el proceso de formación de imágenes y pensamientos en nuestra mente, consciente o inconscientemente, para transmitirlas al cuerpo en forma de señales u órdenes.
La visualización creativa consciente es el proceso de creación de imágenes y pensamientos positivos para transmitirlos a nuestro cuerpo y reemplazar así los negativos y limitadores, los verdaderamente «enfermantes».
Para curarnos solos
Las personas enferman porque creen en algún nivel interior que la enfermedad es una respuesta adecuada o inevitable a una determinada circunstancia o situación, porque de algún modo parece solucionarles un problema o hacer que consigan lo que quieren, o como una solución desesperada a un conflicto interno irremediable o insoportable.
Algunos ejemplos de estos casos son: la persona que cae enferma porque ha estado «expuesta» a una enfermedad contagiosa (porque cree que es inevitable o muy probable); la persona que muere de la misma enfermedad que su padre u otro miembro de la familia (porque inconscientemente se ha programado para que le suceda lo mismo); la persona que enferma o sufre un accidente para no ir al trabajo (porque, o bien tiene algún tipo de problema laboral con el que río quiere enfrentarse, o bien es incapaz de tomarse el tiempo necesario para relajarse y darse un respiro a menos que esté enfermo); la persona que se pone enferma para conseguir amor y atención (porque ése era uno de los medios por el que más se manifestaba el amor de sus padres cuando era pequeño); la persona que reprime sus sentimientos durante toda su vida y acaba muriendo de cáncer (no puede resolver el conflicto entre la presión de sus emociones acumuladas y su convencimiento de que no está bien que las exprese, así que acaba matándose como solución).
Con estos ejemplos no quiero decir que crea que toda enfermedad es un problema sencillo que se explica así, por las buenas. En éste como en todos nuestros problemas, intervienen muchos factores. Lo que pretendo es ilustrar el hecho de que la enfermedad es el resultado de nuestras ideas y conceptos, y también, que la enfermedad puede ser un intento de encontrar la solución de un problema que escondemos en nuestro interior.
Si estamos dispuestos a reconocer y modificar nuestras más profundas convicciones, podremos hallar soluciones más constructivas a nuestros problemas y eliminaremos a un tiempo el malestar y la enfermedad.
Un desarrollo natural de este punto de vista consiste en adoptar una actitud más constructiva en relación con la enfermedad. En lugar de pensar en ella como un desastre inevitable o una fatal desgracia, considerémosla como una fuente de mensajes útil y poderosa. Si padecemos algún mal físico, es un mensaje que nos advierte que debemos mirar en nuestra conciencia, que hay algo que debemos detectar, asumir y modificar.
Con frecuencia los mensajes de la enfermedad significan que debemos serenarnos y dedicar más tiempo al contacto con nuestro yo interior. La enfermedad suele obligarnos a relajarnos, a prescindir de nuestras preocupaciones y «esfuerzos» y a dejarnos caer en un profundo y sereno nivel de consciencia en el que podemos recibir la reconfortante energía que precisamos.
La curación fundamental procede siempre de dentro.
Cuando nos entregamos a un sosegado y regular contacto interior, ya no nos hace falta enfermar para que nuestro yo interior nos preste atención.
La enfermedad y los «accidentes» suelen ser mensajes de que nuestros conceptos necesitan modificarse o de que existe algún conflicto interior que debe solucionarse. Serénese todo lo que pueda; escuche su voz interior y pregúntele cuál es el mensaje que intenta transmitirle, o qué es lo que debe interpretar en tal situación. Puede hacerlo solo, aunque en algunos casos es conveniente contar con la ayuda y el apoyo de un consejero, médico o amigo.
Es importante comprender que usted no es «culpable» ni «reprochable» por el hecho de padecer alguna enfermedad o problema físico. Su enfermedad no indica que sea usted una persona inconsciente. En vez de eso, piense que se trata de una fase importante de su desarrollo evolutivo, un don que recibe para ayudarle a aprender y a crecer como persona.
La visualización creativa es un instrumento eficaz para la curación porque ataca directamente a la fuente del problema: sus propios conceptos e imágenes mentales. Empiece a afirmarse en la idea de que se encuentra rebosante de salud y vea su problema totalmente resuelto. Esto se puede enfocar de maneras muy diferentes y a niveles muy distintos, y es usted quien debe encontrar el tipo de imágenes y afirmaciones específicas que mejor se adapten a su caso. En la parte tercera de este libro ofrezco algunas sugerencias al respecto.
Encontrará otras en las lecturas recomendadas.
Obviamente, la medicina preventiva es siempre la mejor. Y si no tiene problemas de salud, tanto mejor.
Simplemente afirme y visualice que gozará siempre de buena salud y vitalidad, que jamás tendrá que curarse a sí mismo. Pero si ya tiene problemas de salud, le consolará saber que todos los días se realizan muchas curaciones «milagrosas», incluso en enfermedades muy graves, tales como el cáncer, la artritis, cardiopatías, recurriendo simplemente a las distintas formas de la visualización creativa.
A lo largo de los años transcurridos desde la primera edición de Visualización Creativa, cientos de personas me han contado hasta qué punto las ideas y técnicas de este libro les han ayudado a curarse a sí mismas de graves enfermedades y padecimientos. Por citar un ejemplo: una mujer que acudió a uno de mis cursillos me contó que había sufrido un grave accidente automovilístico que la dejó en estado de coma durante bastante tiempo. Al salir del coma, los doctores que la atendían le dijeron que, en el mejor de los casos, le harían falta varios años de rehabilitación antes de poder reemprender una vida normal. Gracias a la visualización creativa combinada con una adecuada terapia física, se restableció por completo y volvió a trabajar en apenas tres meses.
En otra ocasión, un hombre me escribió contándome la siguiente historia: los médicos le habían diagnosticado un tumor cerebral y habían descartado la posibilidad de operarle. El tremendo golpe que supuso para él aquel diagnóstico le hizo reflexionar profundamente acerca de su vida y se dio cuenta de que se sentía bloqueado y frustrado. Comenzó a poner en práctica las técnicas de este libro —sin descuidar una atención médica regular— para ayudarle a resolver algunos de sus problemas exis-tenciales. Finalmente, el tumor desapareció, y hasta la fecha, no se ha reproducido.
Muchas personas me han contado que empezaron a utilizar las técnicas de la visualización creativa a raíz de habérseles diagnosticado un cáncer en fase terminal, y que varios años después, siguen vivas y gozan de buena salud. Mi madre, sin ir más lejos, disolvió sus cálculos biliares sin necesidad de pasar por el quirófano gracias a la visualización creativa. Cuando el doctor examinó sus radiografías anteriores (en las que se apreciaban claramente los cálculos) y las comparó con las tomadas después de emplear durante un tiempo las técnicas de visualización creativa, no dio crédito a lo que veía: ¡Los cálculos habían desaparecido! Como es natural, en estas curaciones pueden haber intervenido numerosos factores. No obstante, la gran cantidad de historias como éstas y mi propia experiencia me llevan a creer que la visualización creativa es un valioso instrumento en tales situaciones. En muchos casos, la visualización creativa es, en sí misma, una terapia totalmente eficaz. En otros, debido al sistema de creencias del enfermo (es muy difícil prescindir de la idea de que necesitamos algo externo para curarnos), hay que recurrir a otras formas de tratamiento. Porque siempre que tenga fe en la eficacia de alguna terapia, no debe dejar de usarla. Y será eficaz si cree usted que va a serlo y lo desea. Pero independientemente del tipo de tratamiento a que se recurra, desde la medicina y cirugía tradicionales hasta terapias como la acupuntura, el yoga, los masajes o las dietas, la visualización creativa es siempre un valioso complemento, que puede utilizar en combinación con cualquier tratamiento. El uso consciente de la visualización creativa acelerará el proceso normal de curación de un modo extraordinario y lo hará más llevadero.
Tenga presente que no todas las dolencias tienen por qué «curarse», entendiéndose por curación el restablecimiento completo o la eliminación de las mismas. Algunas enfermedades o problemas físicos pueden desempeñar un importante papel en nuestras vidas o en nuestro desarrollo espiritual, y pueden acompañarnos durante mucho tiempo o incluso durante toda la vida. En tal caso, la visualización creativa y las afirmaciones pueden ayudarnos a aceptar nuestras limitaciones y a llevar una vida lo más feliz y gratificante posible.
Recuerde también que cada uno de nosotros debe asumir que llegará el momento en que se producirá el tránsito de nuestra vida física hacia otra dimensión. Llegado ese momento, la mayoría de las personas realizan ese tránsito a través del vehículo de una enfermedad.
Si alguien ha tomado la decisión a nivel profundo (por lo general, de manera inconsciente) de que ha llegado la hora de abandonar esta vida, puede que tratar de «curarse a sí mismo» no resulte adecuado o eficaz en su caso, ni que sus seres queridos traten de hacerlo. Si todos los intentos de curación fracasan, es probable que sea hora de concentrarse en visualizar una forma dulce y plena de abandonar la vida y de abrir los brazos a la muerte.
Para curar a los demás
Esto es así debido a la naturaleza unitaria del universo. Hay una parte de nuestra consciencia que está estrechamente ligada a esa misma parte de la consciencia de toda persona. Y como esa parte es también nuestro nexo de unión con la omnisciencia y omnipotencia divinas, todos tenemos un increíble poder de curación que puede ser utilizado a voluntad.
Resulta asombroso, pero con sólo cambiar nuestros conceptos respecto a otra persona y sustentando y proyectando hacia ella una imagen de salud y bienestar se la puede curar instantáneamente en muchos casos, y acelerar y hacer más llevadero el proceso de curación en otros muchos. Ni siquiera es necesario que la persona en cuestión sepa lo que estamos haciendo. En realidad, a veces es mejor que no lo sepa conscientemente.
Yo me crié en un ambiente y con una educación muy cientifista y racional, y la capacidad de curar a otros a distancia ha sido una de las cosas que más me ha costado comprender y aceptar. Sin embargo, lo he experimentado tantas veces que ya no me cabe duda, y se han realizado interesantes estudios científicos que confirman el poder curativo de la oración y la visualización.* Por lo que a mi experiencia personal se refiere, he descubierto que el mejor medio de enfocar la curación es imaginarme a mí misma como un canal abierto a la energía curativa, a la energía espiritual del universo que discurre a través de mí hacia la persona que lo necesita. Pienso en mi yo superior transmitiendo energía al yo superior de otras personas con objeto de apoyarlas en todo lo que puedan necesitar para curarse. Y, al mismo tiempo, las imagino tal como son realmente: seres divinos, una hermosa y perfecta expresión de Dios, saludables y felices por naturaleza.
En la parte tercera que aparece a continuación describo los métodos curativos que me han resultado más eficaces. Les animo a practicarlos y a descubrir los suyos propios.
*Ver Palabras curativas: El poder de la oración y la práctica de la medicina, de Larry Dossey, doctor en medicina. Obra incluida en la lista de lecturas recomendadas de este libro.




















































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